Imagínate un supermercado con miles de productos . Un consumidor le dedicará un aproximado de entre 4 y 7 segundos de consideración a cualquier producto en el anaquel, y la decisión de compra sucederá en ese mismo instante dentro de la tienda en un 80% de las ocasiones. La mente del consumidor de forma consciente e inconsciente procesará y juzgará miles de datos y productos en muy poco tiempo y así tomará una decisión de compra.
El diseño de empaque actuará como un escaparate para cualquier producto que se esté vendiendo. Es la primera impresión de cara al consumidor, como una capa de pintura en cualquier casa o el tapete de bienvenida. Los consumidores observan un empaque y responden a su diseño de manera inmediata. Si el consumidor intuye a través de la apariencia del producto que será capaz de satisfacer su necesidad, esto influenciará definitivamente su conducta de compra.
Éste ejemplo del mundo real ejemplifica la importancia de la economía del comportamiento en los negocios. La economía del comportamiento estudia cómo la gente toma decisiones. Es una excelente herramienta para transformar la manera de plantear negocios. No es simplemente un modelo económico, sino una profunda investigación de las verdaderas motivaciones dentro de la vida de un consumidor. Buscando respaldo de campos como la psicología y la economía, ésta disciplina provee una perspectiva fresca de cómo las conductas y comportamientos que definen nuestras decisiones a veces pueden ser irracionales.
Para un emprendedor uno de los aprendizajes principales de ésta disciplina es comprender que no es suficiente crear un gran producto. Para asegurar excelentes resultados comerciales , se necesita una gran apariencia, porque el empaque del producto afectará las decisiones de compra de los consumidores.
Fundamentos de un buen diseño de empaque
Los principios fundamentales para hacer un diseño de empaque relevante son:
- Impactar: Buscar la respuesta emocional que convenza al consumidor de que no pueden vivir un día más sin un producto. Es importante comunicar conceptos universales como conveniencia, simplicidad y calidad para que el consumidor quede convencido inmediatamente de que es necesario comprar el artículo y no demorar la compra.
- Solucionar una necesidad: Comunicar de forma clara y sugerir naturalmente que el producto es una solución a un problema del consumidor. Un producto debe nacer de la identificación de una necesidad, resolverla y ser capaz de comercializarse a sí mismo a las personas que tienen esas necesidad específica.
- Posicionarse: El producto debe hablarle a un mercado específico que haya sido previamente investigado, del cual se conozca su demográfico y hábitos de compra. La estrategia de marketing correcta determinará la posición correcta de mercado del producto en relación a su mercado objetivo. Esto creará una alineación natural entre el plan de marketing y lo que realmente espera escuchar ese mercado.
- Estudiar a la competencia es crucial para conocer cómo posiciona sus productos, cuál es su mercado objetivo, qué elementos visuales utiliza para comunicar ideas o beneficios del producto, así como qué canales de distribución utiliza. Al conocer más de la competencia y cómo opera, será más fácil identificar las debilidades de los competidores y cómo utilizarlas para crear un plan efectivo de marketing.